¿El fútbol está en peligro por el cambio climático?

¿El fútbol está en peligro por el cambio climático?

Estadio de fútbol abierto, lleno de aficionados.
El fútbol es uno de los deportes que más afectados se han visto por el cambio climático.

¿Qué tienen que ver el fútbol y el cambio climático? El cambio climático nos afecta a todos y a todo lo que amamos, incluso las actividades lúdicas y de dispersión como el fútbol.

El fútbol es uno de los deportes que más afectados se han visto por las olas de calor, provocadas por el cambio climático.

Aunque cada 4 años, la Copa del Mundo se celebra originalmente en verano, 2022 marcó un precedente luego de que la FIFA decidiera posponer el Mundial cuando las temperaturas llegaron a los 40° y 50° C en Qatar: un clima imposible para practicar fútbol o cualquier otro deporte.

¿Cómo influye el cambio climático en el deporte?

Esta no es la primera vez que el cambio climático pone en peligro el fútbol. En 2019 también lo hizo con la pandemia del coronavirus: afectando torneos regionales, estatales y locales. 

Pese a que aún no se sabe con certeza el origen del SARSCoV-2, existe evidencia científica que asegura que la pandemia del Covid-19 es resultado de la perturbación ocasionada por la actividad humana sobre la naturaleza: invasión de hábitats, desplazamiento de especies y el derretimiento del permanfrost.

No obstante el fútbol no es ni de lejos la víctima, al contrario, igual que toda actividad humana, es un importante generador de emisiones, por lo que paradójicamente contribuye de forma directa e indirecta a su propia extinción (por así decirlo).

¿Cómo afecta el fútbol al medio ambiente?

Calcular el impacto ambiental del fútbol es sumamente complejo por toda la infraestructura y recursos que se utilizan, mismos que van desde el desplazamientos de los jugadores y de los asistentes; la basura generada durante los partidos (de 5 a 10 toneladas en grandes torneos como la Champions, Eurocopa, Copa América, etc); el gasto de agua necesario para mantener los estadios y el desmesurado gasto energético de los partidos de fútbol que llega a los 8 millones de kW/hora al año, gasto equivalente al consumo de 2.500 familias.

Acción climática para el fútbol

Todos somos parte del problema y de la solución, es por ello que la FIFA decidió, en noviembre de 2021, tras la culminación de la COP26 celebrada en Glasgow, Escocia, tomar medidas para reducir y compensar las emisiones asociadas a sus partidos de fútbol.

De este modo la FIFA se convirtió en la primera organización deportiva internacional en sumarse a la campaña Climate Neutral Now de la CMNUCC, comprometiéndose así a medir, reducir y compensar las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a la Copa Mundial de la FIFA; así como alcanzar las cero emisiones netas para 2040. 

Sin embargo, el compromiso de la FIFA debe ir más allá del marketing y la publicidad, para ello debe trabajar en reducir su huella ecológica, financiando la tecnología necesaria que le permita reducir  sus emisiones de carbono. 

Esto lo puede llevar a cabo creando estadios sostenibles que tengan sistemas autosuficientes que generen su propio consumo de agua, luz y electrificación. 

Por otro lado, aunque durante el evento deportivo de Qatar, la FIFA planea llevar a cabo “un plan para reducir los plásticos de un solo uso” y una vez finalizado el torneo se compromete a eliminar de manera física el equivalente de residuos utilizados en el torneo de ríos y océanos,  es fundamental desalentar el uso de los plásticos que en la actualidad funcionan como el bote salvavidas de los combustibles fósiles, por lo que es mejor crear un sistema circular para que los plásticos, empleados en los estadios, se reutilicen, a fin de que no se produzcan más.