No hay justicia climática sin justicia de género

No hay justicia climática sin justicia de género

Es importante reconocer que si bien, el cambio climático nos afecta a todos, no afecta a todos de la misma forma. Por ello la importancia de la interseccionalidad en este tipo de temas.

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La crisis climática impacta cada rincón del planeta, es inevitable no haber escuchado sobre ella antes o incluso tener una historia cercana. Con la COP26 sucediendo en Glasglow, Escocia, es imposible no traer a la conversación la otra parte de la historia, o bien en este caso de la crisis. 

Las advertencias empezaron a tener consecuencias en muchos lugares, dejaron de convertirse en cifras para volverse historias y personas. Solo para darnos una idea de la situación, según el Fondo de Población de la ONU, el número de personas que necesitarán asistencia humanitaria se duplicará en 2030 debido a la crisis climática, esto tomando en consideración que unos 235 millones de personas necesitan ese tipo de ayuda actualmente.

Es imposible que dentro de los afectados, todos cuenten una misma historia.

No podemos tomar acciones universales cuando hablamos de cambio climático. El creer que solo debemos incluir a un extracto de la población o que podemos meter a todas las personas afectadas en una misma problemática es disminuir la importancia que tienen las comunidades vulnerables, negar un problema y ocultar a las víctimas detrás de simples cifras.

Es importante reconocer que si bien, el cambio climático nos afecta a todos, no afecta a todos de la misma forma. Por ello la importancia de la interseccionalidad en este tipo de temas.

Tenemos que considerar muchos factores cuando hablamos de la crisis climática. A medida que los países se recuperan de los devastadores impactos sociales y económicos de la pandemia de COVID-19, la desigualdad de género, así como su relación con la crisis, aumenta cada vez más.

A menudo, las mujeres y las niñas son las últimas en comer o en ser rescatadas en afectaciones; se enfrentan a mayores riesgos de salud y seguridad cuando los sistemas de agua y saneamiento se ven comprometidos, además de asumir  mayores cargas de trabajo doméstico y de cuidado cuando deja de haber recursos.

Por esta razón quiero hablar sobre una de las poblaciones más afectadas y que menos tienen acceso a lugares de toma de decisiones en los cuales puedan compartir sus experiencias, las niñas y mujeres. 

Son de las poblaciones más vulnerables debido a la dependencia de recursos naturales o económicos pero no tienen igualdad de acceso a estos. Mientras que por otra parte son las que se encuentran al frente de esta crisis y combatiendo desde sus localidades. 

La terrible situación que presentan es algo real y visible en muchos aspectos. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, las mujeres, las niñas y los niños tienen 14 veces más probabilidades que los hombres de morir en un desastre climático. (ONU, 2021).

Es importante reconocer que según un informe presentado por la ONU en 2021, las mujeres constituyen el 80 % de las personas desplazadas a causa del cambio climático. 

La brecha de género es muy grande y desgraciadamente abarca muchas áreas, la crisis climática es una de ellas. 

Las mujeres son la clave para solucionar la crisis climática

De aquí parte el “no hay justicia climática sin justicia de género” que ha impactado a todo el mundo. Tenemos que poner como una de las prioridades en las agendas climáticas a las mujeres.

Los gobiernos deben empezar a invertir en la educación para las niñas, es literalmente la inversión más efectiva contra el cambio climático y la única que nos puede garantizar un futuro. 

Necesitamos un cambio sistemático en donde las mujeres tengan voz y voto en las decisiones climáticas.

Educar a las niñas y mujeres mejora su calidad de vida, pero al mismo tiempo es una increíble solución al momento de reducir emisiones. Esto está directamente relacionado a un mejor acceso a empleos, crecimiento económico y una total autonomía al momento de decidir sobre su futuro o hijos. Situación relacionada de gran manera con un mejor desarrollo poblacional.

Si la educación de las niñas es una pieza clave en el cambio climático, su liderazgo en el mismo es lo que hará cambiar el rumbo de la conversación. 

Las mujeres tienen que liderar el movimiento climático o no tendremos un futuro. Su educación y liderazgo es lo que nos va a garantizar un futuro próspero.

Bibliografía:

Noticias ONU. (2021, 27 agosto). Cinco maneras en que el cambio climático amenaza a las mujeres y las. Recuperado, de https://news.un.org/es/story/2021/08/1495972 

Noticias ONU. (2020, 9 junio). La desigualdad de género le da ventaja al cambio climático. Recuperado de https://news.un.org/es/story/2020/06/1475742 

PNUMA. (2020, 8 junio). La perspectiva de género es esencial para abordar las crisis de cambio climático y seguridad. Recuperado de https://www.unep.org/es/noticias-y-reportajes/comunicado-de-prensa/la-perspectiva-de-genero-es-esencial-para-abordar-las

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Artículo por

María José Palomeque

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