¿Cuál es el impacto del plástico en nuestro planeta?

¿Cuál es el impacto del plástico en nuestro planeta?

desechable, es una meta más alcanzable y que puede ser posible con la ayuda de los gobiernos y los objetivos climáticos cercanos.

Escrito por Mónica Gálvez.

En marco al Día Mundial Libre de Bolsas de Plástico, hacemos una reflexión sobre el impacto que la producción de este material tiene en el planeta Tierra.

El plástico ha sido uno de los mayores inventos que ha evolucionado la industrialización, así como también es una de los mayores contaminantes que contribuyen al cambio climático.

No importa donde te encuentres, de seguro si ves a tu alrededor podrás comenzar a contar con cuantas cosas de plástico te rodeas; envases de comida, electrodomésticos, accesorios, incluso en nuestra ropa, pues este material ha sido uno de los pilares principales de la economía y de nuestras vidas, es imposible deshacerse de él.

Sin embargo, a pesar de ser un un material resistente, que puede durar cientos de años, se sigue produciendo de forma masiva, en lugar de ocuparlo en su uso completo. La producción global del plástico ha crecido de 2 millones de toneladas métricas ™ en 1950 a 380 millones tn en 2015. Tan solo a finales de ese año ya se habían producido alrededor de 8,300 millones tn de plástico virgen, de los cuales dos tercios aún permanecen en nuestro medio ambiente.

¿De dónde viene el plástico?

Los plásticos se conforman de polímeros orgánicos sintéticos derivados principalmente de los combustibles fósiles. En términos simples, es un material que no suele descomponerse fácilmente, mucho menos de forma natural, por lo que llega a ser convenientemente resistente y adaptable para muchos usos que podamos necesitar. Sin embargo, también suele acumularse cuando no es desechado de forma correcta, tapando vías fluviales, invadiendo suelos agrícolas, ríos y finalmente, una gran porción llega al océano, permaneciendo durante décadas y disolviéndose entre los ecosistemas.

Esta reciente crisis de plástico ha preocupado a científicos y expertos ambientales que aseguran que la expansión del plástico en los ecosistemas afectan directamente tanto a la salud humana como ambiental, así como los suministros de agua y alimentos.

Las emisiones de gases de efecto invernadero también se deben en gran parte a la producción de plástico y su ciclo de vida en el medio ambiente, lo cual es un obstáculo para cumplir con los objetivos climáticos propuestos en el Acuerdo de París para detener la crisis climática a tiempo. Según un reporte del Centro Internacional de Ley Medioambiental (Ciel), la incineración del plástico como método de eliminación de desechos solo agregará más de 850 millones de toneladas métricas de gases de efecto invernadero en la atmósfera, equivalente a lo que emitirían 500 centrales eléctricas de carbón de megavatios.

Utilización de combustibles fósiles

Existen muchas formas de contaminación por plástico, simplemente no hemos notado su conexión con la mayoría de causas más comunes que ya conocemos. Una de ellas es la extracción y transporte de combustibles fósiles, que como ya hemos aprendido, es uno de los principales componentes para la producción del plástico. Este método produce emisiones directas de contaminación, como la quema de metano y combustible y el consumo de energía en el proceso de perforación cuando se extrae petróleo y gas.

Otra industria potencialmente contaminante es la que se encarga de refinar el plástico para el sector manufacturero, la cual está creciendo exponencialmente. Se necesita de mucha energía y emisión de gases a través del craqueo de alcanos en olefinas, polimerización y plastificación en resinas plásticas, así como otros procesos de refinado químico. Tan solo en 2015 se produjeron entre 184.3 a 213 millones tm de CO2 para la producción de etileno, que es lo que contaminarían 45 millones de vehículos durante un año.

El océano y los microplásticos

El plástico en los océanos está generando graves consecuencias para todos los ecosistemas y la salud, tanto de la vida silvestre como la nuestra. Un estudio de Sarah-Jeanne Royer publicado en Plos One demostró que el plástico en la superficie del océano libera continuamente metano y otros gases de efecto invernadero, y que mientras más se descomponen estos plásticos las emisiones está en aumento.“Las estimaciones actuales abordan solo el 1% del plástico en la superficie del océano, mientras que las emisiones del 99% del plástico que se encuentra debajo de la superficie del océano aún no se pueden estimar con precisión”, demostrando también que el plástico que se encuentra en las costas, riberas de ríos y paisajes libera gases de efecto invernadero a una tasa aún mayor.

Los microplásticos tienen la capacidad de interferir con la capacidad del océano para absorber y secuestrar el dióxido de carbono. Así es, los océanos funcionan como filtros naturales para abosrber entre el 20% y el 40% del carbono antropogénico que emitimos con la contaminación industrial, y este método natural ahora también se encuentra en peligro.

Las plantas microscópicas conocidas como fitoplancton y los animales también cumplen un papel importante en la captura de carbono, ya que absorben y transportan el carbono de la superficie de los océanos. El estudio estimó que la en 2019 la producción e incineración de plástico produciría más de 850 millones tm de gases de efecto invernadero, lo mismo a que producirían 189 plantas de energía de carbón de 500 megavatios.

¿Cómo combatir un problema tan complejo?

La gestión de residuos también ha sido malinterpretada en el proceso de reducir la contaminación por plástico en el planeta. Normalmente solemos desecharlo, reciclarlo o incinerarlo; no importa cuál sea, todas producen emisiones de gases de efecto invernadero de todas formas. Esto no quiere decir que el reciclaje no sea algo positivo como nos han enseñado, simplemente mantiene un perfil moderado de emisiones, ayudando a reducir la producción de nuevo plástico virgen en el mercado.

Pero hay formas más eficientes de combatir el plástico antes del reciclaje, es por eso que es importante conocer e investigar sobre el sistema de las 5 R’s: rechazar, reducir, reutilizar, redefinir y finalmente, reciclar; para una gestión de residuos más sostenible y en el camino, detener la contaminación por plástico.

Existen muchas acciones que se pueden realizar para frenar esta ola de contaminación en crecimiento, sin embargo, la brecha de tiempo cada vez se vuelve más corta y las medidas deben ser más ambiciosas. El reporte de Ciel considera una serie de acciones de alta prioridad que pueden mitigar significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el plástico

Prohibir y detener la producción del plástico de un solo uso o como también lo conocemos: plástico desechable, es una meta más alcanzable y que puede ser posible con la ayuda de los gobiernos y los objetivos climáticos cercanos, así como fomentar la transición de un estilo de vida sin residuos (zero waste) a las comunidades y ciudades.

Otro objetivo importante a cumplir y que ya se está llevando a cabo es el cese del desarrollo de nuevas infraestructuras de petróleo, gas y petroquímicas, que como se ha demostrado, son una fuente significativa de emisiones contaminantes y productoras de plástico.

La economía circular juega un papel importante aquí, ya que al dirigir los futuros objetivos de desarrollo de cada nación a este modelo, se fomenta la responsabilidad del productor por utilizar materiales y sistemas sostenibles que no incluyan el plástico entre sus pilares.

Finalmente, el cumplimiento de los objetivos ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de todos los sectores son clave para acabar con la producción de plástico en el mundo de una forma eficiente y ayudando a que la economía pueda tener una transición climática estable.

Este texto apareció originalmente en Futuro Verde, puedes ver el original aquí.