La crisis climática es un desafío global que exige la atención de todos los sectores de la sociedad. En este contexto, Al Gore, el ex vicepresidente de los Estados Unidos de América y apasionado defensor del medio ambiente, ha arrojado luz sobre la preocupante relación entre las grandes petroleras y los bancos que las respaldan. ¿Aliados o enemigos? Banqueros y grandes petroleras en la crisis climática.
¿Cuál es el impacto de los bancos y las grandes petroleras en la crisis climática ?
Banqueros y petroleras: un dúo controversial en la crisis climática
El ex vicepresidente Al Gore aprovechó la coyuntura de la Semana del Clima en Nueva York y alzó su voz contra la colaboración problemática entre las grandes petroleras y los bancos que las financian. Aunque la crisis climática está íntimamente ligada a la dependencia de los combustibles fósiles, estas instituciones continúan disfrutando de considerables incentivos financieros para mantener su status quo.
Gore destacó que los banqueros están obteniendo ganancias significativas al prestar servicios financieros y asesorar a las empresas de combustibles fósiles. Esta relación plantea cuestiones críticas en cuanto a la responsabilidad de estas instituciones en la lucha contra el cambio climático. A pesar de que las empresas de energía fósil son las principales responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, los bancos siguen brindándoles apoyo financiero.
“Es poco realista esperar que las empresas de combustibles fósiles resuelvan esta crisis por nosotros cuando están incentivadas para hacerlo de otro modo”.
Al Gore.
La crisis climática es una crisis de los combustibles fósiles
Al Gore señaló que la crisis climática está directamente relacionada con el uso continuo de los combustibles fósiles. Esta conexión significa que el mundo debe encontrar formas innovadoras y efectivas de reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero sin depender de la industria petrolera para liderar el cambio.
A medida que las empresas energéticas intensifican sus inversiones en combustibles fósiles, reduciendo sus esfuerzos en energías renovables, se plantean serias preocupaciones que son motivo de alarma para los activistas climáticos.
La falta de transparencia de los bancos agrava la Crisis Climática
De igual forma Gore destacó que los bancos no están proporcionando la información necesaria para evaluar su huella de carbono, creando una falta de transparencia que dificulta la toma de decisiones informadas sobre su papel en la crisis climática.
“Los bancos que continúan financiando la industria petrolera deben reconocer la necesidad de cambiar sus prácticas y prioridades”.
Al Gore.
La COP28 podría no alcanzar resultados satisfactorios si Sultan Al Jaber la preside
Por si fuera poco la próxima cumbre mundial sobre el clima, COP28, que se llevará a cabo en los Emiratos Árabes Unidos, a finales de noviembre y principios de diciembre de este año, será presidida por Sultan Al Jaber director de la Abu Dhabi National Oil Co, la compañía petrolera más importante de este país, lo que naturalmente ha traído una ola de controversias por parte de activistas y organizaciones.
“Poner a un ejecutivo petrolero de un estado pro-petróleo al frente de las conversaciones sobre el clima es una propuesta dudosa, en el mejor de los casos”.
Al Gore.
Y no es para menos, la elección de un ejecutivo petrolero para liderar estas conversaciones, dadas las ambiciones de la empresa de expandir su producción, ponen en riesgo el futuro de millones.
Acción climática: el antídoto necesario
A pesar de los desafíos, Gore también compartió algunos destellos de optimismo en la lucha contra el calentamiento global y citó un informe publicado por la empresa que preside, Generation Investment Management, el cual sugiere que las emisiones globales de las redes eléctricas están cerca de alcanzar su punto máximo para comenzar a disminuir.
El informe también destaca el papel paradójico de China en la transición energética, con un fuerte gasto en energía limpia a pesar de seguir construyendo centrales eléctricas de carbón.
Gore concluyó resaltando ejemplos importantes y esperanzadores como las inversiones en tecnología verde en Europa; el avance de India en la generación de electricidad solar y eólica; así como los cambios positivos en las políticas climáticas de Australia y Brasil.