Terminaron las Reuniones intermedias de la SB58 rumbo a la COP 28.

Las negociaciones climáticas en la ciudad alemana de Bonn, concluyeron el pasado 15 de junio en medio de un ajetreado panorama.

Mientras diplomáticos de todo el mundo buscaban puntos en común antes de la próxima gran cumbre de la ONU COP28 en Dubai, Emiratos Árabes Unidos (EAU), los países en desarrollo se mantuvieron firmes para comenzar a trabajar en el “fondo para pérdidas y daños” que se acordó durante la pasada COP27, en Sharm el-Sheik Egipto, celebrada en noviembre de 2022. 

Sin embargo, las tensiones aumentaron cuando los negociadores no lograron ponerse de acuerdo ni siquiera sobre la agenda de inicio de las conversaciones hasta el día antes del cierre de la sesión de dos semanas. 

La situación llevó al veterano diplomático Nabeel Munir, que supervisaba las conversaciones, a comparar a los presentes con “una clase de escuela primaria”.

“Cerca de 33 millones de personas en su Pakistán natal se vieron afectadas por las inundaciones del año pasado y ustedes, delegados, siguen sin despertar”, comentó Munir. 

Tras este fuerte llamado de atención y la continua presión de la sociedad civil, las Partes lograron avanzar en algunos temas clave.

Bonn 2023: resultados de las conversaciones 

El greenwashing no es el camino 

Las negociaciones en Bonn iniciaron con crecientes inquietudes sobre la presidencia de la COP28. Además el Sultan Al Jaber, designado como presidente de la COP por los Emiratos Árabes Unidos, ha recibido duras críticas debido a su posición como director ejecutivo de ADNOC, la compañía petrolera nacional del país anfitrión. 

Es por ello, que durante el mes pasado, poco más de 130 legisladores europeos y estadounidenses publicaron una carta abierta pidiendo la destitución de Al Jaber, argumentando que tener al jefe de una de las compañías de petróleo y gas más grandes del mundo como presidente de la COP corría el riesgo de socavar las negociaciones.

No obstante, Al Jaber asistió a la Conferencia de Bonn, donde admitió que una reducción gradual de los combustibles fósiles es “inevitable”, pero no respondió a las críticas de sus vínculos con los intereses de los combustibles fósiles, ni tampoco dio una fecha estimada sobre la reducción de los combustibles fósiles.

“Al Jaber dice en las conversaciones climáticas de la ONU que la reducción de los combustibles fósiles es inevitable. Es hora de actuar, hablar solo es barato. Al Jaber debe presentar un plan sólido sobre la transición energética. La COP28 no puede concluir sin comprometerse con una eliminación completa y equitativa de los combustibles fósiles y establecer objetivos ambiciosos de energía renovable”.

Andreas Sieber, director asociado de política global de 350.org

Aunque el discurso de Al Jaber ha cambiado, su postura respecto a los combustibles fósiles sigue siendo poco clara, hecho que generó un sinfín de críticas, a tal grado que jóvenes en Bonn, así como organizaciones no gubernamentales, expresaron su descontento a través de protestas y manifestaciones.

Mientras el informe más reciente del IPCC enfatizó la necesidad urgente de reducir el consumo de combustibles fósiles para limitar el calentamiento global a 1,5 °C, aún existen incógnitas sobre la forma en la que se desarrollará el éxito de la COP28 debido a este problema de liderazgo y las tensiones geopolíticas en curso. 

 

Nuevos retrocesos para la mitigación

Una de las principales áreas de discordia en Bonn fue la inclusión del Programa de Trabajo de Implementación y Ambición de Mitigación de Sharm el-Sheikh (MWP) dentro de la agenda. 

El MWP, que tiene como objetivo “ampliar urgentemente la ambición de mitigación y la implementación”, y que durante la COP27 se acordó debería comenzar de inmediato, no logró avances significativos.

El 7 de junio, Bolivia , en nombre de los Países en Desarrollo Afines (LMDC, por sus siglas en inglés), presentó una solicitud para agregar un elemento adicional en la agenda sobre “aumentar urgentemente el apoyo financiero de las Partes que son países desarrollados de conformidad con el Artículo 4.5 para permitir implementación para los países en desarrollo en esta década crítica”.

Sin embargo, la UE, junto con el Grupo de Integridad Ambiental (EIG), EE. UU., Noruega, Nueva Zelanda, Australia, Canadá y Japón retrocedieron. Argumentaron que la financiación ya formaba parte de una serie de puntos diferentes de la agenda y estaría dentro del MWP. 

Finalmente, el MWP y el ítem propuesto sobre apoyo financiero fueron eliminados de la agenda, dejando pendiente el debate sobre la eliminación gradual de los combustibles fósiles y una transición justa

Sin embargo, habrá otro diálogo sobre el MWP a finales de este año, antes de la COP28, y aunque el panorama es bastante desolador, los países en desarrollo deberán mantenerse unidos para hacerle ver a los países desarrollados que invertir en mitigación no es una pérdida de recursos sino todo lo contrario, podría traer beneficios al PIB mundial.

Desafíos en el financiamiento climático

Como siempre ocurre en las conversaciones climáticas de la ONU, la Conferencia de Bonn no se centró directamente en las finanzas. Sin embargo, la necesidad se impusó y el dinero impregnó casi todos los aspectos del evento.

Los países desarrollados aún no han cumplido con el objetivo de los $100 mil millones para el financiamiento de los países en desarrollo, que acordaron en 2020 y, si bien esperan alcanzarlo este año, su fracaso y falta de compromiso ha contribuido a generar una seria desconfianza entre las partes.

“Las brechas son claras… Necesitamos abordar todas las brechas y la financiación es la clave para desbloquearlas y obtener el cambio que necesitamos”.

Tina Stege , enviada climática de las Islas Marshall.

Por su parte, algunos grupos de justicia climática y muchos países en desarrollo, destacaron que los países desarrollados están enfocando su atención en el Artículo 2.1c del Acuerdo de París como el aspecto más importante, ya que les permite eludir sus responsabilidades  financieras  relacionadas con el cambio climático y establecidas en el Artículo 9, del Acuerdo de París. 

En esta misma tónica, algunos países en desarrollo creen que los países desarrollados desean volverlos más dependientes de la inversión y los préstamos del sector privado.

Además, algunos activistas del Sur Global, señalaron la hipocresía de Estados Unidos y otros países desarrollados,que continúan subsidiando los combustibles fósiles mientras promueven un marco de financiamiento climático. 

Las discusiones sobre este tema también afectaron las negociaciones sobre el balance global y el inventario estructurado, y se planteó la preocupación de que los países desarrollados no deseen reflejar las verdaderas necesidades de los países en desarrollo en el futuro financiamiento climático. En general, hay discrepancias y tensiones en torno a la importancia y la distribución de los flujos financieros para mitigar el cambio climático.

Planta

Inventario mundial (GST)

En la COP28 se realizará el primer balance global del Grupo de Trabajo Especial sobre la cooperación a largo plazo (GST ), que brindará una mirada general sobre dónde está el mundo, hacia dónde debe ir y cómo llegar allí. 

Este es un elemento central del Acuerdo de París, diseñado para informar la próxima ronda de compromisos climáticos nacionales para que los países puedan ” aumentar ” su  ambición climática, según sus resultados. 

Aunque es bien sabido que las naciones no van por buen camino para cumplir sus objetivos y que estos objetivos en sí mismos no son suficientes para limitar el calentamiento a 1,5 °C, se trabajó en un marco preliminar, de cinco áreas clave, para el GTS, mismo que se publicó durante la segunda semana de la Conferencia de Bonn:

  • Preámbulo;
  • Contexto y consideraciones transversales;
  • Progreso colectivo hacia el logro del propósito y los objetivos a largo plazo del Acuerdo de París, a la luz de la equidad y la mejor ciencia disponible;
  • Mejorar la cooperación internacional;
  • Orientación y camino a seguir. 

De estos, el más polémico fue la tercera sección, centrada en el propósito colectivo y los objetivos a largo plazo del Acuerdo de París, ya que incluían subsecciones sobre mitigación; adaptación; flujos financieros; medios de implementación; pérdidas y daños; y la responsabilidad histórica de los países desarrollados, temas que se convirtieron en el foco de muchos desacuerdos. 

Por su parte, Arabia Saudita, China propusieron cambios en el texto para dar prioridad a la implementación en lugar de los flujos financieros, mientras que EE. UU. sugirió que la implementación fuera ubicada como una subsección bajo los flujos financieros. 

A pesar de estas disputas, las discusiones no se vieron interrumpidas, dejando a la COP28 como la “COP GST como muchos la han denominado, y concluyendo que este diálogo debe retomarse en Dubai para abordar y dar solución a estos temas pendientes. 

Pendientes en pérdidas y daños

Durante la COP27 se creó un fondo de pérdidas y daños para apoyar a las víctimas de desastres climáticos, lo que fue considerado como una victoria para los países en desarrollo. Sin embargo, las negociaciones sobre el fondo no han concluido. Se están llevando a cabo discusiones para determinar la fuente de financiamiento, la distribución y los beneficiarios del fondo.

Los desastres relacionados con el clima podrían costar a los países en desarrollo al menos $400 mil millones al año para 2030, pero existe una falta de financiamiento climático adecuado por parte de los países desarrollados y una falta de confianza generalizada en estos temas por parte de los países en desarrollo. 

Sin embargo existen muchos desacuerdos. Los países desarrollados prefieren enfoques de financiamiento basados en acuerdos fuera del fondo, como financiamiento de bancos multilaterales de desarrollo, planes de seguros y organizaciones humanitarias; mientras que los países en desarrollo buscan que el fondo sea una entidad operativa de la CMNUCC, financiada por los países desarrollados y otorgando subvenciones en lugar de préstamos. Asimismo han surgido nuevas discusiones sobre cómo complementar los fondos con nuevas fuentes de financiamiento, como impuestos sobre la aviación, el transporte marítimo o los combustibles fósiles.

La ubicación de la Red de Santiago para pérdidas y daños también fue objeto de debate. No se pudo llegar a un consenso sobre la institución anfitriona, y los países en desarrollo expresaron preocupaciones sobre los antecedentes y la experiencia de la propuesta de la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNDRR/UNOPS). No se tomaron decisiones finales sobre este asunto, dejando una carga de trabajo adicional para la COP28.

Retos en la adaptación 

La adaptación fue el tema central de negociación en la COP27, abordando áreas clave como el objetivo global de adaptación (GGA), el Comité de Adaptación, el programa de trabajo de Nairobi y los planes nacionales de adaptación (PAN). Sin embargo, el financiamiento ha sido un desafío importante para los esfuerzos de adaptación, ya que la financiación privada se ha enfocado principalmente en la mitigación por lo que se requieren fuentes creativas de financiamiento para impulsar la adaptación.

La medición de la adaptación también es más compleja que la mitigación, ya que implica una combinación de métricas cualitativas y cuantitativas. Esto dificulta la evaluación de la resiliencia de las comunidades, la sostenibilidad de los ecosistemas y el impacto en las especies. Además, la adaptación se lleva a cabo principalmente a nivel local, lo que complica su medición y comunicación, limitando así el intercambio de lecciones y experiencias.

A pesar de los desafíos, se han logrado avances en el programa de trabajo de Nairobi y los planes nacionales de adaptación, con numerosos países completando sus PAN y trabajando en su implementación. Sin embargo, las discusiones sobre la revisión del Comité de Adaptación se han retrasado, lo que indica una falta de respaldo y apoyo para fortalecer el trabajo de adaptación en el marco del Acuerdo de París.

Se requiere un enfoque conjunto para superar los desafíos financieros, mejorar las métricas de adaptación y fortalecer el respaldo internacional a los esfuerzos de adaptación. Esto implica buscar fuentes creativas de financiamiento, desarrollar métodos efectivos de medición de la adaptación y garantizar el apoyo continuo al Comité de Adaptación y otros mecanismos relevantes.

La lucha por una transición justa

Las conversaciones de Bonn se centraron en el trabajo de transición justa, pero se vieron envueltas en los mismos argumentos que se han presenciado en otras negociaciones. El apoyo a las personas y comunidades durante la transición lejos de los combustibles fósiles implicará costos, lo que llevó a los países en desarrollo a buscar financiamiento climático a través de la negociación de una transición justa.

El G77 y China expresaron que sus puntos de vista estaban siendo pasados por alto en las conversaciones, que consideraron demasiado centradas en la mitigación. En contraste, algunos países desarrollados defendieron firmemente mantener el lenguaje del “preámbulo” del Acuerdo de París, que se refiere a la transición justa de acuerdo con las prioridades de desarrollo nacionales.

Esta interpretación limitada del programa de trabajo fue criticada por los grupos de justicia climática, quienes consideraron que los países desarrollados solo apoyan transiciones justas en su propio territorio.

Aunque se logró una “nota informal” que incluyó las prioridades de los países en desarrollo, este documento sigue siendo objeto de debate y se discutirán en futuras conversaciones climáticas de la ONU. Además, se acordó realizar un taller posterior para abordar los detalles del programa de trabajo antes de la COP28 en Dubái.

Artículo 6: controversia en los mercados de carbono 

Los mercados de carbono han recibido mucha mala publicidad en los últimos meses debido a investigaciones que sugieren que muchas compensaciones compradas por corporaciones no tienen un impacto significativo en las emisiones.

En las negociaciones, se busca evitar que las reglas de la ONU caigan en las mismas trampas que el mercado de carbono “voluntario” que enfrenta escrutinio.

Las discusiones en Bonn sobre el Artículo 6 fueron mayormente procedimentales, y se concluyó que se requería más trabajo y presentaciones de las Partes.

Entre los temas discutidos estuvo la transparencia en el comercio de compensaciones y la posibilidad de cambiar de opinión sobre la emisión de créditos una vez que se han vendido.

También se discutió la inclusión de las remociones de carbono en el sistema, considerando la falta de “permanencia” en algunos proyectos de remoción. En la reunión, se acordó abandonar la idea de la “contabilidad de toneladas por año”, criticada por no garantizar el almacenamiento permanente de carbono.

Se espera que se celebren más reuniones y que se creen recomendaciones técnicas para luego ser aprobadas por todas las Partes en la COP28. Además, el artículo 6.8, centrado en enfoques no comerciales, fue discutido como una alternativa a los mercados de carbono, especialmente para canalizar financiamiento climático a los países en desarrollo. También se abordó la necesidad de una plataforma en línea para facilitar el acceso a financiamiento.

En camino a la COP28

Los Emiratos Árabes Unidos, próximos anfitriones de la COP28, han sido criticados debido a su papel como importantes productores de combustibles fósiles y el hecho de que el presidente de la COP es el director ejecutivo de una compañía petrolera. Aunque el equipo de la COP28 ha defendido la participación de las empresas de combustibles fósiles en la transición energética, no ha revelado aún sus ambiciones para el evento.

Según Alden Meyer, veterano de las conversaciones climáticas de la ONU, las negociaciones en Bonn fueron una “oportunidad perdida” para el presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, ya que no presentó una visión clara ni objetivos estratégicos para la COP. Esto fue mencionado en la limitada cobertura mediática, incluyendo un editorial del Financial Times que destacó la urgencia de que los Emiratos Árabes Unidos se esfuercen por el éxito de la COP28.

El financiamiento climático continúa siendo un factor importante que puede afectar las negociaciones. Pocos días después de la reunión en Bonn, los delegados se reunirán en París para una cumbre que busca establecer un “Nuevo Pacto Financiero Global” entre el norte y el sur global. La cumbre, liderada por el presidente francés Emmanuel Macron y la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, tiene el potencial de avanzar en el financiamiento climático más allá de las negociaciones de la ONU.

A pesar de las preocupaciones, y la ausencia del primer ministro indio Narendra Modi y varios líderes del norte global —incluyendo el presidente estadounidense Joe Biden—, se espera que la cumbre genere avances en áreas como el alivio de la deuda y un impuesto al carbono en el transporte marítimo, que podrían beneficiar a los países que necesitan financiamiento climático.