GASOLINA Y DIESEL, LOS ENEMIGOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

GASOLINA Y DIESEL, LOS ENEMIGOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Gasolina y diésel, los grandes enemigos en el combate contra el cambio climático

 Artículo escrito por Mónica Valtierra

“Para combatir efectivamente el cambio climático y evitar que la temperatura global se eleve a más 1.5°C, debemos eliminar por completo el uso de combustibles fósiles.”

Esta frase, repetida incansablemente por organismos internacionales, gobiernos, activistas y cualquier persona interesada en combatir la crisis climática cuenta con un consenso entre diversos sectores y es conocida por la mayoría de las personas en el mundo. Sin embargo, el camino para su consecución es mucho más complejo y, la eliminación de productos como la gasolina y el diésel implicaría también impactos inmediatos a la economía local y global.

Ese camino hacia la cero dependencia de los combustibles fósiles es parte de la transición energética que actualmente experimenta la gran mayoría de los países en el mundo y cuyos alcances son a mediano y largo plazo. Pero el mundo y la crisis climática requieren de acciones inmediatas para cumplir con metas ambiciosas como la del 1.5°C y mitigar los efectos del cambio climático en la vida de todas las personas y en los ecosistemas.

Es por ello que, para reducir las emisiones contaminantes provenientes del sector automotriz (uno de los principales emisores en el mundo), es necesario mejorar la calidad de los principales combustibles que se usan para que los autos funcionen: el diésel y la gasolina. Éstos dos combustibles son una mezcla de sustancias químicas que surgen de un proceso de refinación de petróleo, una vez listos, cuando se encuentran en un motor necesitan quemarse para generar energía y que ese motor funcione, pero esa quema convierte algunos de los químicos en gases y compuestos contaminantes[1].

Plomo, crisis y daños irreversibles por los combustibles fósiles

Anteriormente, además de los componentes que son parte del petróleo, a los combustibles se les agregaba plomo para mejorar la eficiencia de los motores, pero el plomo simplemente se eliminaba hacia la atmósfera al usar las máquinas, esto provocó altas concentraciones de este contaminante en el aire y expuso a poblaciones como las de la Ciudad de México (CDMX) a graves impactos a su salud como disminución del coeficiente intelectual, hiperactividad y conducta antisocial.

En México, la crisis ambiental de la CDMX obligó a su gobierno e investigadores a innovar y regular la presencia del plomo en los combustibles y en 1991 se introdujo la gasolina Magna Sin (sin plomo). Desde entonces, se eliminó el uso de este compuesto en combustibles para autos. Ese mismo año, la industria automotriz comenzó a desarrollar tecnologías para disminuir las emisiones contaminantes por parte de este sector.

Los avances tecnológicos más importantes que se registraron fueron la introducción de los convertidores catalíticos que antes tenían un funcionamiento deficiente por la presencia de plomo en los combustibles, estos convertidores, como su nombre lo indica, convierten contaminantes[2] resultantes de la combustión en compuestos menos dañinos como nitrógeno y agua y reducen las emisiones de CO2; y también se comenzaron a usar filtros de partículas para motores de diésel  para reducir la emisión de material particulado (PM) y de carbono negro sin ser 100% efectivos.

A pesar de estos avances, tanto los vehículos de gasolina y diésel siguen emitiendo contaminantes y afectando la vida y salud de las personas, y así como el plomo fue un componente que impidió el rápido avance de tecnologías de mitigación, ahora la industria tiene un nuevo reto: la presencia de azufre en los combustibles.

Un nuevo reto: el azufre

A diferencia del plomo, el azufre es un componente del petróleo, por lo que su eliminación debe llevarse a cabo durante el proceso de refinación lo cual puede ser complejo y costoso. No obstante, expertos han calculado que los beneficios ambientales de reducir la presencia de este químico en los combustibles, superan hasta diez veces su costo económico ya que, al quemarse, el azufre produce SO2 e impide la adopción de tecnologías para controlar la emisión de material particulado, monóxido de carbono y óxidos nitrosos.

En diferentes partes del mundo se han hecho esfuerzos para disminuir la presencia de azufre en combustibles, a continuación, se resumen algunos de los límites más relevantes:

País Combustible (automotriz) Límite (ppm)
Estados Unidos Gasolina 30/80
Diesel 15
Europa Gasolina 10
Diesel 10
México Gasolina 30/80
Diesel 15 en Zonas Metropolitanas
500 en el resto del país

Fuentes:

– EPA (2016). Gasoline Sulfur Standards. Disponible en: https://nepis.epa.gov/Exe/ZyPDF.cgi?Dockey=P100O9ZH.pdf

– EPA (2016). Highway and Nonroad, Locomotive, and Marine (NRLM) Diesel Fuel Sulfur Standards. Disponible en: https://nepis.epa.gov/Exe/ZyPDF.cgi?Dockey=P100O9ZI.pdf

– Consejo de la Unión Europea, Parlamento Europeo (2003). Directiva 2003/17/CE relativa a la calidad de la gasolina y gasóleo. Disponible en: https://publications.europa.eu/es/publication-detail/-/publication/cd61d396-adce-49b0-a4b8-603618a21819/language-es

– CRE (2016). NOM-016-CRE-2016, Especificaciones de calidad de los petrolíferos. Disponible en: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5450011&fecha=29/08/2016

En México los límites se encuentran establecidos por la NOM-016-CRE-2016 y como puede observarse, son similares a los establecidos por Estados Unidos, sin embargo, es importante señalar que la NOM hace una distinción de presencia de azufre para zonas metropolitanas y para el resto del país, para este último, los límites aún son muy altos y ponen en peligro a las poblaciones en donde se distribuye combustible con tan alta presencia de azufre por lo que es urgente que se legisle de manera homologada para todo México.

Otra alternativa a las acciones mencionadas es explorar el uso y eficiencia de combustibles alternativos libres de azufre como el biodiesel, sin olvidar que este también tiene emisiones contaminantes, aunque en menor cantidad que los hidrocarburos.

¿Qué puedes hacer tú?

  1. Comienza por entender el funcionamiento del motor de tu auto para saber qué tipo de gasolina necesita ya que, no todos los motores tienen la misma eficiencia para quemar gasolina Premium, por ejemplo, y algunos consumen más gasolina por kilómetro avanzado.
  2. Te recomendamos leer el artículo sobre eficiencia vehicular para más información.
  3. Asegúrate de dar mantenimiento adecuado al motor de tu vehículo y contar con filtros y convertidores que permitan reducir las emisiones.
  4. Para quemar menos gasolina y que tu motor funcione eficientemente, maneja a velocidad constante y menor a los 100 km/h. También procura no acelerar bruscamente.
  5. Cuida y revisa la presión de tus llantas para hacer más eficiente el uso de gasolina.

Te recordamos que la mejor manera de reducir tus emisiones individuales es utilizar medios de transporte no motorizados como la bici o el transporte público de tu ciudad, ¡te invitamos a dejar tu auto y a vivir de manera más sustentable!

[1] Esos contaminantes son el dióxido de carbono (CO2),

[2] Monóxido de carbono (CO) y óxido de nitrógeno (NOx).